Como parte de su conferencia dictada en el V Congreso Internacional de Gestión Organizacional ACTITUD 2022, Nicolás Majluf Sapag nos habla sobre el impacto ético que la “buena empresa” tiene cuando se ocupa de adoptar una cultura de integridad. Esta última engloba tres ámbitos muy importantes:
1. Atención a las expectativas de los stakeholders en donde se incluyen: clientes, proveedores y colaboradores.
2. No se limita a la maximización de la utilidad. La utilidad es el resultado y no el propósito de la empresa. Esta frase nos permite reflexionar a profundidad sobre el sentido de lo que hacemos.
3. Se orienta al bien común. Y es este punto el que profundizaremos debido a la urgencia de su claridad mientras se vive una etapa de incertidumbre económica a nivel nacional.
a. El bien personal no se puede realizar a espaldas del bien común. Es importante recalcar que nuestras acciones, por más insignificantes que parezcan, tienen impacto, no solo en nosotros, sino que en los demás.
b. Un líder que busca justicia no solo logrará un ambiente de justicia, sino también creará vínculo de unidad y será agente de armonía dentro de la empresa. Por el contrario, si el líder desmerece logros de terceros para manifestar sus “propios logros”, podrá cumplir sus objetivos a costa de un ambiente corrupto y será fuente de más corrupción.
c. Finalmente, son los criterios éticos y no solo los económicos los que deben marcar la pauta de una empresa con cultura de integridad.
A manera de conclusión me pregunto: ¿Los líderes de las empresas sabrán qué es integridad?